La grasa saturada se encuentra principalmente en alimentos de origen animal como en las carnes, lácteos y grasas animales, pero en algunas grasas de origen vegetal como el aceite de palma y el de coco también. Nuestro cuerpo requiere cantidades mínimas de este tipo de grasa, máximo el 7% de las calorías totales de nuestra dieta. Los ácidos grasos trans se dan principalmente por un proceso de hidrogenación de aceites vegetales que al cambiar su configuración química pasan de su estado líquido natural al sólido como es el caso de algunas margarinas. Estas grasas trans son las que tienen un impacto negativo sobre la salud y no tienen ninguna función en el organismo. Estas últimas se encuentran principalmente en productos de panadería, pastelería y comidas rápidas o frituras que no cumplen condiciones adecuadas de manufactura y uso de aceites.
